Sin conocerte ya me has robado
las horas,
te has adherido en mis
pensamientos y mis vacilaciones.
Eres un misterio que me gusta,
que quiero conocer y vivir.
El recuerdo de tu rostro es turbio,
sin color pero aun así está
presente es mis noches, tardes y
mañanas.
Tu voz sugestiva y cálida me anticipa
que detrás de aquellas
líneas hay alguien extraordinario.
Comentarios
Publicar un comentario