Afortunada

Es inútil querer huir de tu recuerdo... No es la pluma la que escribe, no son los dedos los que pulsan los teclados de un monitor, es el alma, la que con letras palpa y toca el corazón del lector. Hay miles de historias, poemas, cartas esbozadas en papel, que van penando en gavetas, libreros, sin nadie que les de vida. Y es ahí donde surge el miedo mío, de ser algo efímero. Pero estoy convencida que en ti mis palabras perduraran un poco más. La mañana pasada, adormilada por una preocupación inexistente, funcioné como un maniquí que se rebatía con el cansancio de una vida afanada. Es verdad que necesito un mantenimiento interno y externo, me urge encontrar la fuerza para liberarme de ataduras antiguas que no me dejan vivir placenteramente. Te doy la razón cuando señalas que las personas necesitamos de ese tiempo de ocio. Estos días he decidido desconectarme de todos, he dormido más horas de las que acostumbro, he vuelto a coger aquellos libros empolvados del anaquel ...