Guerras ocultas

 

Quisiera decirte tanto, pero a veces las palabras se esconden en solo sentimientos  o pensamientos. Tengo hojas blancas sin hablar, párrafos imaginarios que no te conté. Es que existen verdades que se deben silenciar.

Sé que aun estas despierto, porque la adversidad ha robado tus horas de sueño, es que la mente tiene un gran poder de intensificar las cosas que nos pasan, creando historias trágicas y de pánico que no son reales, pero insisten en que creamos que así pueden ser. Hay instantes que se desdibujan de la realidad componiendo escenarios ficticios.

Pero hay cosas que no podemos ocultar, como el amor a una persona, el miedo ante un peligro, o la tristeza ante una perdida, hay cosas evidentes que, como seres humanos, manifestamos sin darnos cuenta. He notado tus ojos tristes, tu respiración larga cuando te disipas en tus pensamientos, no sé con exactitud cuál sea la situación, el hondo sentir de tus emociones y muchos menos se el tiempo que ha de durar, pero tengo la certeza de que en tus manos existe una gran misión que espera por ti. Es verdad que las dificultades muchas veces nos paralizan, nublando nuestro andar, provocando incertidumbres en nuestras decisiones. Y está bien, porque esas pruebas nos hacen crecer.

Sé que disfrutas caminar y perderte en las calles que aún no se descubren, ver en los muros lenguajes que pueden acoger tus secretos más hondos  o ver tus sueños dibujados en ellos pero a veces es necesario sacarlos a la luz. Revelo una lucha intensa que no ha podido concretarse, un dialogo a medias, un final perdido que causa vacíos mentales sin resolverse.

Puede que la respiración se nos acorte, incluso que intente huir para no dejarnos descansar, o quizás el frio abrazarnos para dejarnos caer. ¡Todo puede pasar! Pero no desistamos, en la tormenta aún se puede danzar y disfrutar de ella. La vida nos ha marcado de diferentes formas y continúa haciéndolo. Animo campeón, no te rindas yo creo en ti.

 

Las crisis son para crecer; no para morir.