Voy en dirección a su casa, donde nos encontraremos, estoy dispuesta a devolverle todo y terminar con esta relación ilógica, él también lo ha decidido así, me lo ha demostrado con sus acciones y su fría comunicación. La razón, pues no existe una buena, no fue una infidelidad, no fue la violencia y muchos menos la falta de amor. Un día solo se alejó haciéndome invisible de su vida, trate de buscarlo pero fracase una y otra vez. Supe por la gente que preguntaba por mí y que también me extrañaba, mas se negaba aceptar que lo amaba. Después de haber estado entre las tinieblas era difícil acostumbrarse a la luz. Estoy a una cuadra y lo más seguro que él también. Respiro profundo, cediendo que el orgullo impere en mis palabras y sentimientos. Lo veo acercarse saludándome con indiferencia, copio el saludo, mientras caminamos por las orillas de un rio solitario conversando de temas irrelevantes. Pronto llegamos a un puente, cerca de su casa, frena mis pasos pidiéndome que lo perdone por ...