Año 2017, La paz – Bolivia, asiento veinticuatro, octava fila del bus, una lluvia espesa ha invadido la ciudad, a través del cristal de la ventana se observa el cumulo de personas que ansían llegar a sus hogares, otros sólo esperan bajo las tiendas, que la lluvia pase. Hay una melodía armoniosa fluyendo a través de los auriculares que llevo puestos. Las filas, en las paradas, son largas la mayoría opta por regresar en buses de pasaje económico, incluso yo. El ayudante del conductor da algunas instrucciones e inicia el recorrido. La economía del país no abastase, por lo que hoy es indeciso si mañana tendremos un pan que llevarnos a la boca. Cada boliviano decidió buscar formas de adquirir dinero. Hay señoras, niños, ancianos vagando por las calles en busca de vender lo poco que tienen y así generar un sustento. La educación está peor, se planteó nuevas formas de mejorar pero no bastó, cada día hay más madres jóvenes, niños muertos, abandonados en la basura. El estado intenta ayudar, con...